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Un texto de Galdós llevado a la gran pantalla

mardi 4 mai 2010

Don José de Relimpio por Laetitia Pinon





Don José de Relimpio

Introducción :

Don José de Relimpio es uno de los personajes mas recurrentes en la novela de Galdós, La Desheredada. Novela que narra el empeño de una joven, Isidora, sola contra todos, para probar su origen noble. Punto de referencia estable de Isidora, joven excéntrica y despilfarradora. Don José constituye la referencia familiar, seguro y confortable, siempre presente cuando se lo necesita. De unos sesenta años, procedente de una familia honrada y venerable, representa, al final de la novela, el único familiar en quién Isidora puede confiar antes de morir en el último capítulo. Vamos a preguntarnos por qué puede decirse que don José de Relimpio es un personaje inclasificable, por qué es complejo e indefinible con varios papeles en la novela. Para terminar, estudiaremos el hombre desgarrado, y sus muchas debilidades.

1ra parte :

Don José es ante todo un hombre extraño, con múltiples facetas. Lo que más le caracteriza es su pasión por la mujeres. Nada le gusta tanto como hablar a sus amigos de “de pies pequeños, de tal pantorrilla hermosa, vista al subir de un coche” (180) como se dice en el capítulo 8. En este mismo capítulo, se dice que don José ha sido “”un galanteador de primera” (179). En el capítulo 10, en la residencia de los Aransis, don José contempla el celebre retrato con la mirada “mundana del que se cree experto en cosas femeninas.” (211) A lo largo de la novela, no dejará de maravillarse ante la belleza de su ahijada.
Pero don José es un hombre ambiguo. En el capítulo 8 se dice que no puede evitar seguir en la calle a una joven bonita e incluso “se propasase a decirle alguna palabreja” (179) Hasta en los peores momentos de la vejez y de la decadencia, no podrá dejar de frecuentar “los lugares más concurridos de muchachas guapas.” (180)
Posee también una manía que no deja de ser extraña : la de mirarse en el espejo continuamente. El anciano “viejo y cascado” pasa sus ratos libres mirándose. Se dice que no entra en una habitación sin echar una ojeada al espejo, haya gente o esté solo. En el capítulo 14, el narrador cita, con humor, que en Nochebuena, don José no puede evitar mirarse treinta y seis veces en el espejo. Esta costumbre narcisista es extraña, en el sentido que suelen ser los jóvenes hermosos y no los viejos, casi calvos, los que se contemplan y se admiran.
Es también un hombre muy organizado en todo lo que toca la contabilidad. En el capítulo 8, el narrador detalla su organización precisa, su obsesión por las cuentas, la aritmética. Va hasta escribir un libro. Pero pronto la obsesión se vuelve extraña. En efecto deja bruscamente la escritura de su libro para anotar los mínimos detalles económicos de su hogar, cuando el narrador señala que no tenía nada que contar.
A lo largo de la obra, él será el punto de referencia de Isidora en cuanto a la gestión y los fondos. En el capítulo 2 de la segunda parte, la ayuda a calcular sus bienes para venderlos y le proponer su ayuda “si quieres entrar en una vida de orden, economía y trabajo, aquí me tiene para ayudarte.” (312)

2nda parte :

En la Desheredada, don José es un personaje con numerosos papeles. En primer lugar es un marido afectuoso que ama sin condiciones a una esposa fría. En el capítulo 8, cuando ella le trata malvadamente de “gorrión mojado”, él se ríe y hace elogios de su esposa por ser bella, mostrando un gran cariño. En sus disputas, le contesta siempre con humor y amor. Cuando doña Laura muere, en septiembre de mil ochocientos setenta y tres, él “recuerda el noble anciano la memoria de sus cualidades” (295)
En la obra tiene también el papel de padre. En particular al principio cuando le descubrimos en su hogar, rodeado de sus dos hijas, Emilia y Leonor. Cuando en un impulso afectuoso y paternal enseña a coser a Isidora. De hecho, en toda la novela, no dejará de hacer que ella no le falte nada y se nombra “su padre” y no su padrino, que es lo que es para ella. Su papel de padre, don José lo representara hasta el extremo, protegiendo a su ahijada de forma exagerada, podemos decir, extraña, siendo ya Isidora adulta. El anciano no deja de acompañarla en todas partes, cualquiera que sea la hora.
A través de la lectura don José aparece tomar otro papel, más sutil y discutible, el de amante. Desde el principio hasta el final el personaje aparece obsesionado por Isidora. Posesivo, detesta a sus amantes a quienes considera indignos de ella. En el capítulo 17 cuando por la noche ella deambula por las calles de Madrid, don José esta nervioso y le molesta que la miren, se niega a dejarla sola “no sabiendo renunciar al goce indecible de estar al lado de su ahijada.” (273) Al final de la Desheredada, la felicidad de don José depende enteramente de Isidora. Cuando ella vive con Botin, él va y viene ante su ventana, como un joven enamorado. La ambigüedad de los sentimientos del anciano llega a su paroxismo en el capítulo 18 cuando propone a la joven casarse con el para darle su nombre. La frase “te quiero más que a mis hijas, porque te quiero de dos maneras, como padre y como…” (497) impone un clima de incertidumbre.
3ra parte :
Don José aparece también como un hombre desgarrado con numerosas debilidades. Encarna primero el mártir como lo califica el narrador en el capítulo 3 de la segunda parte. Ya en la primera es la víctima del desprecio de su esposa. Es el hombre invisible a quien nadie escucha realmente. En el capítulo 18 se siente como un mueble, pues Isidora se cree sola mientras que él está siempre en el mismo lugar que ella. El es a quien se echa sin tenerle en cuenta, como a un criado como en el capítulo 13 cuando Isidora le dice que se vaya a dar una vuelta mientras ella entra en casa de Joaquín. Lo mismo en el capítulo 16, antes de entrar en palacio de los Aransis. Don José es aquel de quien nadie se preocupa, el sirviente de los sufrimientos de Isidora.
Pero ante todo, don José es un hombre frágil, muy sensible. Es un hombre que pasa de la risa a las lágrimas rápidamente. Se emociona fácilmente, como testimonia el capítulo 17 : cuando Isidora le deja para ir a hablar con el marqués de Saldeoro, él casi llora. En el capítulo 5 de la segunda parte, aparece físicamente frágil : tiene el rostro flaco y triste y los ojos “impregnados de cierta melancolía de funeral.” (336) Sensible, don José suspira a la mínima contrariedad. Un hombre pues vulnerable que caerá en el alcohol a partir del capítulo 11 de la segunda parte. En el capítulo 12 se emborracha delante de Joaquín, cubriéndose de humillación y de ridículo ante un personaje que se burla de él. Al final de la obra el anciano alcanza el apogeo de su sensibilidad, de su vulnerabilidad. Tiembla, suda con sudores fríos y permanece inerte cuando Isidora se va. Con el corazón roto, su último gesto será coger una botella y dejarse caer al suelo patéticamente.
Por qué es vulnerable y frágil, nos podemos preguntar si el personaje no se vuelve loco al final de la novela. Obsesionado por Isidora, esta a su lado constantemente. Por ello, es posible que la locura de Isidora se transmite a él. Numerosos detalles en la novela pueden dejarnos pensar que el anciano, en ciertos momentos, esta cerca de la locura. En el capítulo 5 de la segunda parte, por ejemplo, se dice que don José mira a Isidora con fanatismo más que con amor. La mira “como el salvaje contempla el fetiche y poco falta para que se la hincara delante.” (340)
Cuando empieza a beber, esta cerca del delirio como lo testimonia la escena con Joaquín del capítulo 12 de la segunda parte : Dice que el personaje, furioso contra el marques, “cuadrándose” el anciano da algunas vueltas por la habitación, perseguido por espectros.” (426) Desde entonces, don José se cree el galán de Isidora, “el defensor de la virginidad ultrajada.” (427) En el capítulo 17, al final de la obra, el anciano viene a visitar a Isidora en su celda y le dirige un discurso sobre los dragones vencidos por “el fuerte brazo de tu caballero” (476)

Conclusión

Así podemos decir que don José de Relimpio es un personaje inclasificable por lo complejo de su carácter, un hombre extraño en sus costumbres. Personajes con múltiples papeles en la obra no cesara como Isidora, de evolucionar, cambiar de un estado a otro. Hombre desgarrado, puede ser al mismo tiempo un mártir y un hombre frágil cerca de la locura. Pero lo que conservamos ante todo es un personaje positivo, optimista que siempre tiene la mano tendida a los otros y que siempre esta disponible.
Université de Nantes, L3, Lettres Modernes.

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