Los mejores textos de los estudiantes de la Université de Nantes, aquí en "Galdós vive"

Los mejores textos de los estudiantes de la Université de Nantes, aquí en  "Galdós vive"
Lettres Modernes et Info-Com

Estudiantes InfoCom de la Université de Nantes y periodistas envían sus comentarios sobre El abuelo

Estudiantes InfoCom de la Université de Nantes y periodistas envían sus comentarios sobre El abuelo
Un texto de Galdós llevado a la gran pantalla

samedi 1 mai 2010

Galdós y la Historia: Los Episodios Nacionales por Nicolas Bernet



Galdós no es pues solamente el autor de Doña Perfecta, ni siquiera el autor de Fortunata y Jacinta, es el creador de 48 novelas históricas, y el fundador de una corriente que no ha terminado aún. Galdós excede en muchos terrenos literarios, pero sólo en el de la novela histórica.

La estructura de los episodios
Los 48 episodios nacionales se dividen en cinco series. Los dos primeras novelas, escritas entre 1873 y 1879 tratan de la historia española desde la batalla de Trafalgar hasta la primera guerra carlista (1834) aunque las tercerees, que Galdós escribió un poco más tardo entre 1898 y 1912, relatan los acontecimientos históricos que se ocurren hasta 1875 en España.
Los episodios nacionales son novelas que insertan una serie de historias con personajes que pertenecen a la clase media, inventados por el autor que viven los acontecimientos históricos del XIX español. En la primera serie, a excepción de Gerona, todos los episodios siguen las andanzas aventureras y amorosas del muchacho Gabriel de Araceli a través de la España dominada en principio por Francia y luego en la guerra de la Independencia, desde la batalla de Trafalgar hasta la derrota de los ejércitos franceses (1805–1814). La segunda serie se compone de diez títulos. Su personaje conductor, no siempre protagonista, es el combatiente liberal Salvador Monsalud, en principio guarda jurado del Rey José I de España, malquistado en el absolutismo de los primeros seis años de reinado de Fernando VII (1814–1820), ensalzado en el Trienio Liberal (1820–1823) y perseguido durante la Década Ominosa (1823–1833). Su perpetua insatisfacción nos guía a través de la convulsa España fernandina, en la que ya germinan los conflictos del futuro. En la tercera serie, la España desgarrada por la Primera Guerra Carlista y la Regencia de María Cristina es la época de los siguientes episodios, cuyo eje es el romántico Fernando Calpena. Pues, es en la cuarta serie que José García Fajardo, un desinteresado de la política como no lo eran los anteriores, es el protagonista de diez episodios que trata de abarcar todo el reinado de Isabel II, ya contemporáneo al autor. Al fin, en la quinta serie, es Tito, un narrador en primera persona que no parece un personaje real, sino un concepto del autor para crear diálogo reflexivo, que protagoniza inconcluso, que empieza en la Revolución Gloriosa española y de la que sólo tenemos seis títulos publicados y un proyecto.
Galdós y la escritura de la Historia española
Galdós no se presenta como un historiador aunque esta obra monumental ofrezca un increíble ejercicio de reconstitución y de análisis histórica casi “científica” digno de los primeros historiadores europeos. “Nuevo Herodoto”, Galdós inventó verdaderamente un nuevo estilo de escritura novelesca histórico-política que permitió revelar la España a los españoles.
Al fin de la primera parte de Trafalgar, Galdós parece poner en la boca del primer protagonista una cierta promesa al lector: “Muchas cosas voy a contar. ¡Trafalgar, Bailén, Madrid, Zaragoza, Gerona, Arapiles!... De todo esto diré alguna cosa, si no os falta la paciencia. Mi relato no será tan bello como debiera, pero haré todo lo posible para que sea verdadero.” Cuando Galdós publica su primera novela en 1870, la Fontana de Oro, en la cual la Historia es más importante, España vive una revolución que había empezado después de 1868 y se terminará en 1874 con la suspensión de primera Republica por la intervención de la armada. El gobierno de Madrid es en guerra contra los vascos carlistas y en Cuba : España parece atascada. Es en esta época perturbada que Galdós intenta empezar la Gran Historia de España. Tres años después, publica Trafalgar, el primero titulo de la primera serie intitulada La guerra de la Independencia. Para el autor, “Todo empieza en Trafalgar”. Según Germán Gullón, “La razón es que Trafalgar es el momento crucial para España porqué perdió su grandes flotas y se revuelve una potencia de segundo plano”. En efecto, la derrota española, en beneficio de Inglaterra y del Imperio Frances, engendra consecuencias políticas, económicas y financieras más importantes por el porvenir de España que hunde el país en una sucesión de acontecimientos históricos. El hecho de que Galdós se remonte a esta batalla, muestra que tiene la voluntad de buscar las causas de todos los malos y sobre todo las de la Revolución. “La revolución de 1878 fue un momento esencial, es un momento cumbre de la historia española. Extraordinario, es un momento donde se arrepienten los gobiernos que no respetan la constitución de 1812” para el profesor galdosiano de la Universidad de Ámsterdam. Galdós quería aleccionar, ejemplarizar, intentaba sacar consecuencias de la historia reciente y de la historia presente. Por la boca de Galdós hablaba la boca colectiva de un cierto grupo social. Esta? demarca didáctica subraya una tentativa no sólo de mostrar la Historia pero mas de demostrar. Esta búsqueda de la Historia pasada colectiva es así un pretexto para intervenir por la literatura en el presente. Entonces, utilizando las armas romanescas del realismo, Galdós construye su historia en la Historia. Los protagonistas son accesibles para todos porque vienen de la clase media. Parece que intenta transformar en materia artística sus ideas políticas y su visión de la historia. No solamente posee una visión política del momento y visón que como veremos cambia con los años, sino que se sale de esta visión política, siempre que puede, para adentrase por el mas amplio camino de la historia; para ello, viaja y se documenta, busca el dato y busaca en constato. Pero, reconstruyendo la Historia, Galdós se expone al problema de las fuentes. Es en este nivel que la obra de Galdós no puede ser comparado con el trabajo de historiador. Normalmente, debe seleccionar los acontecimientos los más importantes y decisivos de una manera la más objetiva posible. Pero, ello hace selecciones estratégicas ya que tiene una visión teleológica de la Historia. No puede ser objetivo, el autor, ya que intenta describir los acontecimientos pasados que datan del principio del siglo con un juicio de valor con arreglo a des acontecimientos recientes. Sin embargo, nos damos cuenta que existe una evolución en la escritura de Galdós a través de sus series. Aunque la primera serie no será exactamente una novela histórica con visión política contemporánea, acuciante urgente, sino una novela nacional, en la que la visión política del momento, y muy circunscrita al revuelto y revolucionario Madrid que vive Galdós, se transforma en una visión más amplia y distanciada, la escritura de los otros episodios pone de manifiesto esta visión determinista de la Historia. Al fin de los episodios, el protagonista Tito es un esclavo de Clío que, aquí, no es la Historia sino una visión de la historia. Aquí, Clío no es la musa de la Historia real y objetiva, sino la visión desdoblada que el autor tiene de la Historia objetiva y real. El autor ha seleccionado de la Historia real, lo que le ha parecido mas significativo, pero seleccionado, es decir que no ha sido nunca un elemento materializado en la obra y si solamente, un elemento implícito en la misma. Claramente, Galdós se identifica a través de Clío (es un amigo canario de Tito). La Historia real aparece así proyectada, reconstruida. Antes no se cuida de explicar las razones de la selección. Después, la selección aparece explicita naturalmente como un juicio de valor. “Creo que el episodio nacional nos es solamente una novela histórica, sino una visión histórica, obligatoriamente nacional, sobre la historia reciente o contemporánea de Galdós” dice Ferreras en Benito Pérez Galdós y la invención de la novela histórica nacional (1998). En efecto, la cercanía del universo novelesco, no es pues una casualidad, sino algo íntimamente ligado con la visión histórica nacional del autor y de la novela. Los episodios nacionales de Galdós son un intento de totalización histórica. Esta visión totalizante explica la tendencia de Galdós al simbolismo como se puede verlo en ciertos personajes galdosianos. Transforma sus protagonistas en una representación nacional de la sociedad española para que sea facilitada la identificación y la integración del lector en los acontecimientos históricos. “Hace une fotografía del ser español” dice Germán Gullón.
Galdós logró multiplicando títulos y paginas, abarcar la nacionalidad española : Gabriel de Arcali como el nuevo ser español, el activo emprendedor, Los hermanos Monsalud como el ser militante y patriota español, Calpena y Fajardo como el ser sentimental español y por fin Tito y Confusio como el ser racional español. Por el especialista, “Ofrece una visión de la Historia de la que podemos aprender muchos. Lo que hizo, fue retratar el como somos. Es el primer gran retrato que hay en España.”
¡Si en la historia no hubiera más que batallas; si sus únicos actores fueran las celebridades personales, cuán pequeña sería! Está en el vivir lento y casi siempre doloroso de la sociedad, en lo que hacen todos y en lo que hace cada uno. En ella nada es indigno de la narración, así como en la Naturaleza no es menos digno de estudio el olvidado insecto que la inconmensurable arquitectura de los mundos."
[El equipaje del rey José, capítulo VI]

¿Desilusión o esperanza?
Esta escritura de la Historia española es un pretexto para pone de manifiesto sus propias opiniones liberales. Este ejercicio epistemológico de una Historia de la sociedad española que se cambio rápidamente durante el 19 siglo. “Galdós Da une visión realista, un poco idealista” dice Herman Guyon. Si una lectura “histórica y social colectiva” de los episodios nacionales es posible, otra más moralizadora y personal es factible. En efecto, la evolución ideológica es perceptible desde la primera serie hasta la segunda. Poco à poco la política radical y la agresividad socialista anarquista en la tercera et la cuarta series, un cierto escepticismo sobre el porvenir de la nueva sociedad se instala. “Los episodios nacionales comienzan con una visión optimista y poco se vuelve más pesimista” precisa Germán Gullón. Aunque Gabriel de Arceli termina su existencia histórica como un oficial bravo y valiente en la Armada española, el protagonista salvador Monsalud se reúne con la lucha heroica durante los tiempos túrbales pues en las siguientes series son personajes en reflección y en el dudo. Como nota Germán Gullón : “Al principio la clase media y el pueblo iba a conseguir cambiar a España. Pero se da cuenta que el problema de la iglesia, de la represión, el carlismo, los separatismos vienen del aumento de la potencia de los ricos. Se da cuenta que la política ahora no regla nada”.
Finalmente el proyecto de Galdós no sólo parece no acabarse. Lo peor es que parece en adelante inaccesible. "Así como de la noche nace el claro del día, de la opresión nace la libertad” dice Galdós. ¿La Historia daría la razón a Galdós?
Université de Nantes, L3, Info-Com

1 commentaire:

  1. Par contre mon Nom c'est Bertet pas "Bernet", senora Rosa !

    après modifications supprimez le commentaires

    RépondreSupprimer